sábado, 17 de agosto de 2019

El resorte secreto


(Opinión)

José Víctor González

«Abundan por doquier Conferencistas de toda ralea, fascinadores de multitudes, rapaces apóstolobos: A todos los impulsa el mismo resorte...»

Hace ya muchos años surgió una bella joven italiana que cantaba una canción titulada "Gira el amor"... Esa melodía tenía unos versitos que decían más o menos así: "...y sabes por qué, el mundo es así, porque a su alrededor gira el amor... Y entonces por qué, tú dímelo Mamá, tenía un borreguito y no lo tengo ya...? Pobre de ti, pronto sabrás, que en la fortuna no puedes confiar...". Eran tiempos de sencillez y esperanza. Entonces la CAPACIDAD DE ASOMBRO, como factor natural de la esencia humana, aún no se había perdido. El aroma de la amistad impregnaba las relaciones humanas y la malicia solamente aparecía como una leve mancha muy fácil de limpiar.

Pero, como dice otra canción, el tiempo pasa... La evolución de la sociedad se detuvo para dar paso a la involución. En la actualidad, gentes de todo tipo le hacen creer a los demás que están trabajando duro para hacer el bien: Son Maestros del mal...! Hacer el mal por el mismo mal; ejercitarse en él.

Así, han surgido las clásicas ESCUELAS POSITIVISTAS; FALSOS ORGANISMOS DE NUEVAS IDEAS POLÍTICAS; EVANGELIOS DE LA PROSPERIDAD...

Abundan por doquier Conferencistas de toda ralea, fascinadores de multitudes, rapaces apóstolobos: A todos los impulsa el mismo resorte...

Ellos dicen que en tu horóscopo todo va bien, que ya se inició EL GRAN CAMBIO y que alguien "ya pagó por ti...", aunque te des cuenta que los cobros te siguen llegando.

LA HUMANIDAD PERDIÓ SUS VALORES y se ha lanzado a la más abyecta adoración del becerro de oro. NO IMPORTA LO QUE HAYA QUE HACER...!!!

Hacia donde uno dirija su mirada puede ver: Chispeantes oradores intelectualoides en salas inmensas abarrotadas de público ansioso de poseer ingentes riquezas... Plazas inundadas de gente deseosa que su líder les dé la clave para salir de la pobreza económica, en donde precisamente esos mismos líderes los tienen metidos... Santuarios rebosantes de fieles que van en busca, ya no de salvación, sino de poder económico que les dé "vida en abundancia"...

Estadios a reventar en donde ya no cabe "un alfiler", Centros comerciales que parecen hormigueros, en fin...

Vídeos en internet en donde te regañan porque aún no eres rico...

EL APOCALIPSIS SE DESINFLÓ !!!!!

YA NO GIRA EL AMOR...

Señores y Señoras, llegó la nueva era: LA FURIA DE POSEER...!!!!!

He ahí la red en donde se encuentra atrapada la humanidad. De arriba hacia abajo, de un lado a otro.

Nos debatimos pues en el dilema del ser o no ser de la filosofía.

LA CODICIA ES EL RESORTE SECRETO DE LA ACCIÓN Y NUESTRA ÚNICA SALVACIÓN ES HALLAR "EL VELLOCINO DE ORO".

CONVERSEMOS PUES CON JASON Y LOS ARGONAUTAS PARA QUE NOS REVELEN SU MARAVILLOSO SECRETO.


José Víctor González es colaborador de La piedra encadenada.


sábado, 3 de agosto de 2019

Tertulia con el poeta Ricardo Bogrand


René Ovidio González

Al cumplirse en agosto siete años del deceso de mi amigo, el poeta Ricardo Bogrand, quiero recordarlo con respeto y admiración mediante la publicación de este artículo, que escribí en enero 10 de 2011 tras la que fuera su última visita a El Salvador.

Pero ¿quién es Ricardo Bogrand?

Pues nada más y nada menos que uno de los fundadores de aquella generación de escritores que surgió a principios de los años 50, cuya expresión ha sido insuperable y que después se conoció como “La Generación Comprometida”. Bogrand, yo lo aseguro, es uno de los mejores poetas salvadoreños, amigo entrañable de esos grandes literatos de aquel momento.

Nace en San Pedro Arenales en 1930, y su vida transcurre entre el polvo de los caminos rurales (por donde ruedan lentas las carretas cargadas de sacos de café ajeno hasta Puerto El Triunfo) y la patria de Emiliano Zapata, donde hoy, merced a su intelectualidad y a su grado académico de Doctor en Antropología, coordina la Cátedra José Martí, en una Universidad de Chiapas. Tendríamos necesidad de muchas páginas para responder íntegramente a la pregunta ¿Quién es Ricardo Bogrand?, y siempre quedarían detalles por decir.

¿Por qué una Generación Comprometida?

La tarde en mención Ricardo Bogrand nos habló de esa hornada de escritores, aclaró que fue Ítalo López Vallecillos quien en un artículo periodístico mencionó el nombre como una característica del grupo. Dijo que el compromiso era con el pueblo, que lo que se escribiera debía ir en defensa de los intereses de los pobres. En este sentido explicó que no de todos los iniciadores del movimiento se puede hablar de igual manera, algunos vivían ese compromiso a medias, otros ni siquiera se puede asegurar que hayan tenido compromiso, a no ser con las clases pudientes. De lo último puso de ejemplo a Irma Lanzas, a Waldo Chávez Velasco y a Eugenio Martínez Orantes. “La misma Mercedes Durand no estaba tan comprometida como lo estuvo Roque y otros del grupo”.

¿Quiere saludar a Manlio?

Manlio Argueta es el otro escritor migueleño que formó parte de esta generación literaria. En un momento de la conversación, se le preguntó a Bogrand si deseaba saludar a Manlio vía telefónica. Respondió que sí… “¿Que cuál es mi nombre? El mío es Ricardo… ¿Que de dónde vengo? Pues oye, no vayas a confundirte creyendo que ando con el (sub)comandante Marcos, estoy en Chiapas… Pues me voy pronto, mañana salgo para San Salvador y el siguiente día voy para México… Otra vez, claro que sí…”

“Desplómate símbolo de la Plaza Libertad”

Como nosotros hiciéramos muchas preguntas, él iba respondiendo una a una con talento y autoridad indiscutibles. A una interrogante acerca de Jorge Campos―autor del Poema de Sol y Niebla―, expresó su aprecio por “Campitos”: “A él lo metieron preso al mismo tiempo que a mí, yo no sabía, no me di cuenta, fui prisionero casi un mes, después supe que lo habían torturado. Cuando hablaba con nosotros, nos hacía señal de silencio porque creía que en su cabeza habían colocado un chip, que nos oían y podíamos tener problemas”. “Un día que fuimos al lago de Coatepeque, un compañero tomó los manuscritos de Campitos y los lanzó al agua, no salvamos ninguno de los poemas. Cuando viajábamos de regreso a San Salvador, dicen que Campitos dijo que no importaba, que en pocos días tendría unos kilos más de poemas”

Una de las ediciones (aunque no lo dijo podría ser el libro “Alianza de mis Manos”, de la Colección Contemporáneos, publicado en 1970 por la Universidad de El Salvador), terminó en una pira que los militares ocupantes de la Universidad en 1972 ―época del coronel Molina― hicieron con todo material que oliera a conocimiento, a educación, o a literatura. “Solo se salvaron algunos. Tirso Canales los encontró por ahí y me envió 25 ejemplares a México”.

A una frase mía, quiso recordar parte de uno de sus poemas. Yo intenté traer a su memoria un poema titulado Niños de la Colonia Belén, uno que dice: ¿Como quién de esos niños era yo? / ¿Como quién? /... Pero él se trasladó a otro momento, quizás, y del modo que se transita un camino otras veces andado, se puso a repetir el otro poema que toca a la colonia Belén, o colonia Obrera, según Bogrand, el nombre original. Se trata del poema Nuestro Barrio, que inicia así: A un lado de nuestro barrio/ pasa el río/ Callado, sordo se dibuja/ en los rostros sin ojos de las piedras/.

Mi flamante Primer Lugar en Poesía, a nivel nacional

Me di cuenta de que sí recordaba aquella vez cuando en 1992, en diciembre, un compañero de entonces y yo le visitamos en San Miguel. En esos días recién yo había ganado el primer lugar en los Juegos Florales de Usulután. Javier Alas laboraba en la Dirección de Publicaciones e Impresos y colaboraba con el Suplemento Tres Mil del Diario Latino. Habiéndome publicado dicho suplemento mediante el poeta Alas, decidí mostrarle lo divulgado a Bogrand. Era la página de portada completa. El Maestro leyó mis poemas en una lectura rápida, y sin andar con rodeos, devolviéndome la página, fue específico: Todos están bien, pero este (señaló uno) yo no lo hubiera publicado…

Yo sigo siendo, lo que no hay es Partido…

Un poco, nada más un poco, dentro del contexto histórico que describía, tocó algún tema político. Nos explicó la diferencia ―medio en broma medio en serio―entre las distintas categorías de marxistas: Los marxistoides, los marxistólogos, y los marxistas de veras.
“El Partido nos veía con recelo, solo porque chupábamos”. Se refiere ―es evidente― a sí mismo, a Roque Dalton, a Orlando Fresedo y otros. “Pero nosotros hacíamos bien nuestras tareas, nos divertíamos, sí, pero éramos muy responsables”.

El libro del Licenciado Gómez y la promesa de otro ejemplar…

Un detalle muy elegante fue la lectura hecha por el Licenciado Arnoldo Gómez de un poema de su autoría, dedicado a Ricardo Bogrand. Con emoción el Licenciado leyó, y con mucha alegría nosotros aplaudimos. Era el único ejemplar que quedaba del libro donde se hallaba aquel poema, por lo que se disculpó de no poder entregárselo. En eso alguien afirmó que tenía dos ejemplares del mismo, prometió traer uno y, a pesar de las dudas del Licenciado, asunto resuelto. Aquel día 31 de diciembre, desde las cuatro y ya entrando la noche, casi las siete, fue una cátedra de Literatura y de Historia Nacional, con uno de los insignes forjadores de esa Literatura y esa Historia. Aprendimos del Maestro. Bebimos café y reímos.


Fotografía: Bogrand bebiendo café, el 31 de diciembre de 2010. Junto a él, el autor de este artículo. .